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Hace cinco años comÃa pollo, pescado y muchos vegetales cocinados, compraba fruta, pero no la comia, no tenÃa «espacio» para ella, despues de consumir otros alimentos.
Llevaba años tomando el medicamento «OMEPRAZOL» para poder tolerar los alimentos (los alimentos que la sociedad considera normales, acidificantes), habÃa intentado dejarme esta medicación en ocasiones pero no lo habÃa conseguido.
Lo que ocurrio es que mi sistema inmune se vino abajo, me desmineralice, sane a un anciano que tenia neumonÃa y la recogà yo.
No fue una neumonia común, cuando ingrese en urgencias expectoraba sangre, mi tensión arterial era como máximo 3 y estaba deshidratada, ademas el corazón me fallaba.
El tratamiento que me dieron fue un antibiótico llamado «tabanic» un veneno, famoso por ser muy eficaz contra la neumonÃa, pero al que yo resulte especialmente sensible, deteriorándome todo el organismo y dañandome el sistema muscular.
Se activó mi espiral de Luz y supe que mi cuerpo fisico no iba a aguantar y que espiritualmente me estaba preparando para la partida de esta dimensión.
Me trasladaron en ambulancia al hospital, a la unidad de cuidados intensivos, y de alli me llevaron a mi habitación compartida, en la planta de neumologÃa.
Al hallarme tan cercana del paso de esta dimensión a otra, mi sistema de videncia se activó aun mas, cuando llegue a la habitación vi que todas las paredes estaban impregnadas por unos mocos verdes muy desagradables (mocos energéticos) y me di cuenta que esta energÃa en la pared era el resultado de la enfermedad que alli se trataba (neumonia-mocos).
De forma anecdótica os dire que estos mocos me recordaron la pelÃcula «caza fantasmas» y me resulto impresionante la similitud con la realidad.
Mire las paredes impregnadas de estos mocos sucios y empece a mantralizar el HA SHEM «KODOISH» enfocando con la mirada las paredes: KODOISH KODOISH KODOISH ADONAY TSEBAYOTH…repetÃa.
Al instante de realizar la oración los mocos habÃan desaparecido para mi alegrÃa (sabia que de permanecer junto a esta energÃa mi curación habrÃa sido dificultosa).
Los mocos desaparecieron y en su lugar aparecieron unos bellos Seres de Luz tipo devas de la naturaleza, seres angelicales que hacian maravillosa mi estancia en el hospital.
Estos seres de Luz, angeles, vestÃan ropa medieval y tenian caras muy bondadosas, sonreÃan, no paraban de moverse, bailaban, tocaban instrumentos de cuerda, cantaban, se divertian y me divertÃan…eran maravillosos.
A veces veÃa algunas chicas preciosas (diminutas) pasar con velas encendidas etc, siempre estaban de fiesta, era muy divertido para mi observarles, hicieron mi estancia en el hospital muy agradable.
Una noche (yo estaba mal) vino la virgen Maria y vertió un elixir de flores sobre mi pecho, ahi empezó mi curación que fue lenta, pero fue segura para volver a anclar mi cuerpo fisico a esta dimensión.
Me dieron el alta cuando los medicos creÃan que estaba mejor y los seres de luz medievales que me divertÃan desaparecieron, me fui a casa, pero a los pocos dias regrese al hospital por encharcamiento de pulmón y porque habia producido una reacción alérgica al «tabanic».
Cuando por fin me dieron el alta definitiva y regrese a casa no estaba curada, sino que mi enfermedad respiratoria se habia hecho crónica, no podÃa salir de casa ni en verano ni en invierno, tenia que dormir sentada porque me ahogaba..asi un año entero.
No me lo podÃa creer…con lo fuerte que yo era…toda una sanadora.
Yo nunca me doy por vencida y probe todas las terapias y medicamentos convencionales y no convencionales de medicos, para-medicos etc..pero no resultaron, cada vez estaba peor.
Durante ese tiempo escribi mi libro EL OJO DE DIOS, porque pese a que mi cuerpo fisico no me seguÃa, Adonay siempre estaba conmigo.
Hice muchÃsimos amigos a raiz de mis libros, mientras yo seguÃa indagando la curación completa de mi sistema respiratorio….
Fue entonces cuando llegue a una página web donde aseguraban curar la neumonÃa a través de la alimentación, limpiar los bronquios y los pulmones; yo no cesaba de investigar sobre el tema ya que una tia mia habÃa estado enferma toda su vida hasta su fallecimiento muy joven por una neumonÃa crónica.
Asi es que llegue a la alimentación crudivegana.
Empece por tomar rabanitos triturados con limón, una cucharada en ayunas y otra cucharada al mediodÃa….fruta por las mañanas y al medio dia ensalada con otro plato libre, eso si, solo pescado, nada de carne, ni leche animal ni derivados.
La consecuencia de este cambio de alimentación es que me puse malisima, siempre acostada en el sofa con amalestar general agudizado y molestias en el pecho, tanto es asi que mi Luis me dijo que dejara este tipo de alimentación…pues no queria verme tan mal.
A los 7 dias de llevar este tratamiento alimenticio, me levante esa mañana y empece a espectorar del pecho unos coágulos de sangre (supuestamente de los bronquios) de uno y dos centÃmetros….
Si estos coágulos de sangre se hubiesen quedado en mi interior a la larga me hubiesen matado.
HabÃa tomado todos los antibióticos y medicamentos que los medicos de la seguridad social, los de urgencias y los privados habÃan querido y no habÃa servido de nada..
Poco a poco mis alimentos cocinados fueron menos y mis alimentos crudiveganos mas asiduos.
Porque la verdadera curación no procede de la medicación…que es altamente toxica y antivida. La verdadera curación procede de una buena alimentación, procede de la Luz, de unos buenos hábitos alimenticios, buenos hábitos relacionales con los demas, con nuestro entorno, la Madre Tierra, el Universo y Dios…Adonay.
LUZÂ A TU VIDA